La Ruta de la seda en la moda y la sociedad
Al pensar en la ruta de la seda quizás se nos venga a la mente algo exótico lleno de telas lujosas, colores y bordados tan fantásticos que parecen sacados de la mente de Sherezade en las mil y una noches.
Y la verdad es que esta fue una ruta tremendamente importante que unió a las culturas de oriente y occidente a través del comercio y sobre todo de la moda.
Su nombre se debe a que la seda era la mercancía más comercializada que circulaba por dicha ruta, cuya fabricación era un secreto que solo los chinos conocían.
Los pobladores de la antigua Roma cautivados por dicho material, esperaban ansiosos a los mercaderes que traían una de las fibras más lujosas de la época.
Quizás la moda fue la menor de las innovaciones que dio gracias a esta ruta, pero gracias a la demanda de textiles floreció una nueva época para el desarrollo de la humanidad.
La ruta desapareció gracias al comercio marítimo, pero hoy en día el gigante asiático busca reactivar el comercio a través de la Nueva Ruta de la Seda y quizás posicionarse oficialmente como la primera potencia mundial.
Acá hay una lección que hoy en día sigue vigente:
Así como Europa y Asia son gigantes en la exportación textil, en América (norte y sur) podemos tener nuestra propia ruta de la seda, si abrimos nuestras fronteras con curiosidad al intercambio de conocimientos no solo a nivel de diseño, sino también a nivel de negocios y mercado para así posicionar el diseño local.
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